La historia de Café Rivera comienza en el corazón de Misantla, Veracruz, una región reconocida por sus fértiles tierras y condiciones ideales para el cultivo del café. Fue en el año de 1960 cuando Benito Hernández y Manuel Hernández, dos hermanos apasionados por la tierra y sus frutos, decidieron iniciar un pequeño pero significativo proyecto cafetalero. Su visión era clara: cultivar un café de calidad, respetando los ciclos de la naturaleza y aprovechando la sabiduría ancestral transmitida de generación en generación.
Durante décadas, la familia se dedicó al cultivo de café cereza y pergamino, especializándose en variedades selectas como Costa Rica, Colombiano, Criollo y Caturra. Cada cosecha era una celebración familiar, un reflejo del esfuerzo conjunto y de la conexión profunda entre la tierra y sus habitantes.
En el año 2000, la pasión por el café fue retomada con fuerza por la familia Rivera Hernández, quienes decidieron continuar con el legado, ahora enfocados en llevar el sabor de Misantla a más rincones del país. Fue así como nació Café San Isidro, una marca que representaba no solo la calidad del producto, sino también el cariño de una familia que ha vivido el café desde la raíz.
Con el paso del tiempo, y gracias a la creciente demanda de un café auténtico, en el año 2018 decidimos dar un paso más: transformar nuestro proyecto familiar en una empresa con una visión más amplia. Renombramos nuestra marca como Café Rivera, consolidando nuestra identidad y comenzando la exportación de café hacia Estados Unidos, abriendo nuestras puertas al mercado internacional.
Hoy, Café Rivera no solo representa una bebida, sino una experiencia. Una taza de nuestro café cuenta una historia de más de seis décadas de tradición, trabajo, paciencia y amor por el cultivo. Ofrecemos nuestro café en distintas presentaciones —grano o molido— en empaques de 1/4 kg, 1/2 kg y 1 kg, siempre comprometidos con la frescura, el sabor y la autenticidad que nos distingue.
Misión
En Café Rivera, nuestra misión va más allá de vender café: queremos compartir una parte de nuestra historia con cada taza que llegue a tu mesa. Nuestro compromiso es cultivar, procesar y entregar un café de alta calidad, cosechado en Misantla, Veracruz, por manos dedicadas que entienden el valor de cada grano.
Cada paso, desde la siembra hasta el tueste, está guiado por valores como la pasión, el respeto por la tierra, la tradición familiar y la excelencia. Creemos firmemente que un buen café debe contar una historia, y la nuestra se cultiva con esfuerzo, se procesa con dedicación y se disfruta con orgullo.
Queremos que al probar Café Rivera, sientas esa conexión con el campo, con nuestras raíces y con el legado de los abuelos que comenzaron este sueño.
Visión
Nuestra visión es clara: queremos ser reconocidos como una empresa cafetalera referente en México y en el extranjero, no solo por la calidad de nuestro producto, sino por los valores que lo respaldan.
Soñamos con que Café Rivera sea sinónimo de tradición, autenticidad y sabor inconfundible. Buscamos conservar y difundir nuestras raíces familiares, llevando el esfuerzo y la dedicación de nuestros antepasados a nuevas generaciones de consumidores, sin importar la distancia.
Aspiramos a seguir creciendo de manera sostenible, fortaleciendo nuestra red de productores locales, innovando en nuestros procesos y ampliando nuestra presencia en mercados nacionales e internacionales, siempre con el compromiso de mantener ese aroma y sabor únicos que solo el café de Misantla puede ofrecer.
